Descripción
Los estados industrializados están saturados, las empresas de alimentación casi no registran crecimiento. Por eso las multinacionales ponen su atención en los nuevos mercados y venden sus productos a países emergentes y en desarrollo, obteniendo grandes beneficios. Tomando como ejemplo Brasil y Kenia, el reportaje muestra como los consorcios se enriquecen a costa de la salud de las personas. Las consecuencias incluyen el sobrepeso y las enfermedades más comunes en los países occidentales, como la diabetes. En países emergentes y en desarrollo la comida industrializada hecha en Europa es, en muchos casos, un símbolo de estatus. En Brasil y Kenia las multinacionales se aprovechan de esto para dirigir sus campañas publicitarias a los pobres. Para críticos como el Dr. Carlos Monteiro, profesor de alimentación y salud de la Universidad de São Paulo, llevarle a las personas productos poco saludables en masa y presentarse, al mismo tiempo, como benefactores, es una contradicción absoluta; márquetin engañoso a espaldas de los más pobres.
Orientación:
Este documental aborda de manera concreta las dinámicas y las consecuencias de una determinada regulación del mercado alimentario, gestionado principalmente por algunas multinacionales. Ejemplos como Brasil y Kenia tendrían que mostrar que el Sistema tiene mecanismos obscuros y muy bien desarrollados, que permiten que las diferencias entre los países y entre distintos niveles económicos de las poblaciones se queden, aparentemente, insuperables.
Destinatarios
- Público en general