Volver la mirada hacia lo rural
Existe un viejo dicho que nos alerta de la tozudez de las personas para cometer errores: “Los seres humanos son el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra”. Llevábamos así mucho tiempo. Y esto me hace recordar esa otra frase de Nelson Mandela que decía: “la mayor gloria no es no caer nunca, sino levantarse siempre”.
Ésta es una magnífica oportunidad de cambiar a mejor. Y nos la brinda un virus. De un mal puede salir un bien. Es una alerta a nuestras conciencias para dejar de aferrarnos a viejas estructuras y escudarnos en un pasotismo avalado por “todos son iguales” al referirse al mundo político. Es hora de que despertemos y creo que al menos ahora hemos abierto los ojos y hemos mirado hacia dentro , pero también hacia fuera, hacia los demás.
Mirado hacia las personas que han perdido su casa, o al amigo o amiga que no volverá a estar con un familiar o a otros que se quedaron sin trabajo… pero no sin vida.
Podemos elegir. Podemos no conformarnos.
Ahora deberíamos recordar de dónde venimos para saber hacia dónde queremos ir. ¿De verdad queremos continuar alimentando odios? ¿queremos seguir explotando los recursos naturales sin tino? ¿queremos basar nuestra felicidad en la acumulación de objetos?
Cuando en mi vida diaria me saturo con los problemas, me acecha el estrés, los agobios, siempre vuelvo la vista hacia la sencillez, lo simple, lo auténtico. Pienso en nuestros antepasados que huyendo de la pobreza rural llegaron a las ciudades con la ilusión de construir nuevas vidas. Con mucho trabajo, esfuerzo e ilusión por una vida mejor pudieron llegar a vivir dignamente. Las generaciones posteriores hemos disfrutado de una cierta comodidad sin entender muy bien por todo lo que ellos tuvieron que pasar.
Es hora de volver la mirada hacia lo rural. El problema de la España vaciada puede ser la solución para acabar con la pobreza en las ciudades. Tendríamos que ser capaces de implicar a los gobernantes en la consecución de un plan que permita restaurar la vida en los pueblos, que permita trabajar la tierra con dignidad y sostenibilidad, que nos lleve a construir un país con recursos propios, no sólo turísticos sino además del sector primario. El apoyo y organización de ganaderos, pescadores y agricultores es una asignatura pendiente en España. Tenemos una oportunidad de oro para empezar a promocionar nuestra riqueza, nuestro potencial. Los gobiernos y empresarios deberían invertir en investigación y desarrollo para fabricar un tejido social firme y equilibrado. En la pandemia todos miramos con agradecimiento a esos puestos de trabajo poco valorados por la sociedad en general mientras todo iba “bien”. Y entendimos que sin ellos nos hubiéramos muerto de hambre, o muerto por enfermedad, o por descontrol y pánico social.
No deberíamos desaprovechar la ocasión de ser SOLIDARIOS, y trabajar por el bien común. Y si desde la política no son capaces tendremos que hacerlo desde la sociedad, pero no podemos dejar que todo siga igual…o peor.
Isabel Abad