¡SEGUIMOS!
Esta campaña ha sido un trabajo conjunto, fruto de una “red de redes” integrada por 5 organizaciones que han trabajado juntas en el ámbito de la cultura de paz, la mediación, la educación, el feminismo pacifista y los derechos humanos.
Su Manifiesto se ha difundido a más de 1.000 personas y organizaciones que lo han apoyado en las redes sociales, compartiéndolo e incorporando ideas y propuestas. Durante 4 semanas se han publicado más de 40 textos sobre iniciativas ciudadanas de solidaridad en todo el mundo y más de 50 carteles con diseños gráficos que recogen los valores de la campaña: #solidaridad, #creatividad, #empatía, #diálogo, bien #común, #protección, #cuidados, #cooperación, #justicia e #igualdad. Asimismo, se han recibido 20 vídeos de parte de personas que han querido demonstrar su compromiso con la campaña.
El equipo de trabajo ha sido mutidisciplinar, intergeneracional y muy diverso, con personas procedentes de Francia, Italia, España, Marruecos y México y con perfiles muy distintos. En este proceso, se han sumado además colectivos muy diversos, que incluyen docentes y personal investigador del mundo académico, estudiantes, activistas, artistas, personas jubiladas y personas interesadas a título individual y procedentes de varios países del mundo, que han querido sumarse y aportar su propuesta. El carácter diverso e intergeneracional de la campaña ha sido una enorme riqueza y nos ha ayudado a visibilizar múltiples iniciativas, todas ellas esenciales para sentar las bases para un futuro inclusivo y sostenible.
La intoxicación de las redes con mensajes de odio y desunión probablemente seguirá, incluso se puede recrudecer. Esta campaña habrá sido útil si, en mayor medida, recordamos nuestra responsabilidad personal y colectiva cuando elegimos reproducir mensajes que nos dividen o cuando optamos por dar visibilidad y valor a quienes trabajan desde el apoyo mutuo, los cuidados, la interdependencia y la solidaridad. Nos ha inspirado para seguir dibujando nuestro camino, para que lo esencial sea visible.
Esta pandemia ofrece la oportunidad para reorientar las prioridades sociales y poner el foco en todas aquellas tareas esenciales para la vida: los cuidados, el derecho a la educación publica, el arte y la cultura, una economía solidaria, la protección del medioambiente, la interdependencia y el diálogo. Podemos lograrlo desde lo colectivo, sumando capacidades y saberes con el deseo de construir un mundo mejor.
Seguimos, pero de otra manera. ¡Súmate a nuestra red! Y sigamos compartiendo valores, propuestas y acciones, para que “lo esencial se haga visible y se sitúe en el centro de la vida”: sumamos y proponemos y seguimos dibujando nuestro camino.