Cuidar del planeta es cuidar de nosotras
Un planeta interconectado requiere de relaciones de cuidado y no de dominación.
La COVID-19 ha interrumpido nuestro mundo como era antes. Frente a la invisibilidad del virus, el vacío de ciudades y pueblos ha sido evidente.
No quedan vacíos espacios cualquiera, sino nuestros entornos más próximos, lugares connotados desde un punto de vista de las prácticas del habitar y de las emociones. Y constatar esta repentina desconexión de nuestra relación con el paisaje más cercano nos ha inicialmente perturbado.
A pesar de esto, este vacío que hemos visto nos ha dado también algunas alegrías. Se han producido grandes mejoras en la calidad del aire, con la reducción de las emisiones de gas invernadero. Además, es especialmente destacable cómo diversos animales han ido ocupando ese vacío. Ver jabalíes en las calles de Madrid, pumas en Santiago de Chile, delfines en el puerto de Barcelona, medusas, varios peces y pulpos en los canales de Venecia, y otros muchos animales en muchas ciudades del mundo nos ha dado esperanza. La vida sigue, aun sin nuestra presencia.
Desde los balcones, hemos empezado a observar el mundo de otra manera. Así, algunas iniciativas han fomentado actividades de cuidado a la naturaleza. Por ejemplo, WWF Italia, ha invitado a las familias a convertirse en expertos de sostenibilidad y conciencia naturalista, con iniciativas de censo de la biodiversidad desde el balcón, como “Esperti alla finestra”, con una serie de “Ecotips” o abriendo las webcam que tiene WWF en varios oasis protegidos, bajo el lema “la natura non si ferma”: la naturaleza no se para.
Lo #esencial de repente se ha hecho visible: la diversidad de seres vivientes del planeta, la interconexión que tenemos con los demás animales y la necesidad de una transformación de nuestra relación con la naturaleza.
Debemos superar la lógica de dominación que hemos tenido hasta ahora sobre la naturaleza y el mundo animal, y reconocer que el mundo es de todos los seres vivientes. Es lo que tenemos en común y debemos cuidarlo, transformando las relaciones de explotación y utilidad en relaciones de reconocimiento y cuidado. Como ha escrito recientemente la activista Vandana Shiva “el futuro depende de nuestra unidad como humanidad en un planeta conectado a través de la biodiversidad y la salud”.
Mejorar la salud ambiental es mejorar nuestra salud. Ecologistas en acción ofrece esta y muchas otras propuestas ambientales y sociales para responder al desastre del Coronavirus, entre ellas mejorar la biodiversidad, localizar la economía, poner en marcha medidas drásticas para abordar la emergencia climática y cambiar el sistema económico en el que vivimos, basado en un consumo continuo de recursos.
Elena Boschiero