La voz de la calle ante la COVID-19

La calle nos da lecciones… ayer escuché a una niña muy pequeña, desde la calle diciéndole a su abuela… “tú no te preocupes, yaya, que todo saldrá bien”.

En estos días contamos con muchos análisis sociales, políticos, filosóficos que nos muestran cómo se ha manifestado y manifiesta la pandemia que nos está tocando vivir… que no es fruto de la casualidad o el devenir, que es fruto de nuestros desmanes ambientales, la pérdida de biodiversidad, en definitiva, de respeto a la naturaleza y el espacio, también lleno de desechos.

También nos señalan la salida: vivimos en un mundo globalizado, y en tal consideración debe tenerse en cuenta el inmediato futuro. Hay quienes apuntan al decrecimiento, los más al cambio de estrategias económicas, a energías limpias, a modelos de producción más cercanos a nuestro entorno, que nos permitan respuestas rápidas a las necesidades y más en situaciones de peligro como la que estamos viviendo.

Pero las voces de las mujeres-feministas, sobre todo, nos lanzan el mensaje de la necesidad de los cuidados, nunca, antes la palabra CUIDADOS había tenido tanta repercusión y había sido tan escuchada. ¿Estamos en posición de cambiar el paradigma?

Tomo la palabra de una compañera que nos habla sobre “la radical vulnerabilidad del ser humano”. Nacemos vulnerables y sin cuidados, nuestra vida no es posible. En esta pandemia la necesidad de los cuidados cobra un gran protagonismo. Pensábamos que los vulnerables eran los “otros”, los que carecían de lo más necesario para tener una vida digna como una casa, un trabajo, educación, sanidad…, situaciones de guerra, conflictos, migraciones…, falta de recursos, en definitiva, otro tipo de terrible vulnerabilidad.

Muchas estrategias y controversias se plantearán en función de nuestras ideologías y anhelos de mundos mejores y más justos, la igualdad, y, sobre todo, haciendo un guiño al querido maestro Julio Anguita, que nos acaba de dejar, en frente como objetivo común el cumplimiento de los derechos humanos, ni más ni menos.  Y muchas y duras controversias, también, de quienes quieren seguir acumulando bienes y poder, incompatibles con el derecho a una vida digna, emparejados con la naturaleza de la que formamos parte.

Estos cuidados, ya se están dando en nuestros pueblos y ciudades. Una vez más, las redes de solidaridad que se han tejido por nuestros barrios, y de los que muchas somos conocedoras y participantes, propician atención a las necesidades básicas, ejes de solidaridad, amistad, sororidad… que además de cubrir necesidades materiales, son bálsamos a angustias, incertidumbres y tristezas, se propicia cultura desde las ventanas y balcones, música, teatro, aplausos… que nos unen.

Lo personal es político, hace tiempo que lo plantearon las feministas.  Hagamos de esto política, que los cuidados no queden encerrados dentro de las paredes, que ocupen el espacio central que su importancia requiere. Que lo esencial deje de ser invisible.

Ojalá todo salga bien, y aprendamos a vivir en armonía con nuestro entorno, disfrutando de la belleza que nos proporciona.

Inés Reta.

Sigue la campaña en las redes sociales

Libro de campaña

EL LIBRO DE CAMPAÑAEsta campaña ha sido un trabajo conjunto, fruto de una “red de redes” integrada por 5 organizaciones que han trabajado juntas en...

¡Seguimos!

¡SEGUIMOS!Esta campaña ha sido un trabajo conjunto, fruto de una “red de redes” integrada por 5 organizaciones que han trabajado juntas en el ámbito...

¿El derecho a la educación en tiempos de pandemia: actuaciones colectivas que marcan la diferencia?

¿El derecho a la educación en tiempos de pandemia: actuaciones colectivas que marcan la diferencia?¡No estábamos preparados! ¿Quién se imaginaba...
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad